Escribo esta entrada a petición de Ysa, aunque la verdad tengo poco que contar.
Cuando supe que justo en mi primer fin de semana en Francia tendría lugar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas me alegré: iba a ser testigo del acontecimiento en el propio país, ya que todos los pronósticos daban vencedor a Hollande y Sarkozy dejaría de ser Presindente de la República, y con él 17 años (creo) de gobiernos de derechas en Francia.
Los días previos no oí hablar mucho del tema a mis compañeros, aunque sí que se posicionaban en general a favor de Hollande, o más bien en contra de Sarkozy. Sin embargo en la televisión sí que estaban con el tema a todas horas, incluso ví un ratito del debate televisado entre los dos candidatos.
Como todos sabeis, el vencedor de las elecciones fue François Hollande, candidato socialista.
Aquí en Francia está prohibido hacer públicos los resultados de los sondeos a pie de urna hasta las 8 de la tarde, que es cuando cierran los colegios electorales. Pues bien, en la televisión pude ver como pantallas gigantes en las principales calles de París anunciaban una cuenta atrás para luego mostar la foto de Hollande como ganador. En la calle el sentimiento general era de locura, la gente gritaba y chillaba y todo el mundo estaba contentísimo. Sólo ví lloros y lágrimas en la sede del partido de Sarkozy.
Aquí en Nancy sin embargo no pude ser testigo de mucha euforia (por ser la ciudad fantasma en días festivos), eso sí, pitidos de los coches en la calle sí que hubo en el justo momento en que se supo el resultado (igualito que aquí cuando se ganan los partidos de fútbol). Y al día siguiente ni un solo comentario en el laboratorio, así que mucho más no os puedo contar.
Aquí os dejo un enlace de la web de Ignacio Escolar con el programa electoral de Hollande, si tiene intención de cumplirlo es para morirse de envidia, pero ya veremos.
Me ha bastado leer el punto número uno para saber que no se va a llevar a cabo: "el tipo máximo del IRPF será del 75%". Ese irpf sólo significa una cosa: evasión fiscal.
ResponderEliminarCuánto idealismo. Aunque aplaudo que, ya de pitar por las calles y gritar de alegría, sea por un bien real para ti.
¿¿La política un bien real?? Es más, un político, nuevo en el cargo, y lleno de promesas que tú mismo has descrito como idealistas (o igual era demagogas...) y que todavía no ha probado (por falta de tiempo/oportunidad) su valía ni su honestidad ¿es un bien real?
ResponderEliminarHe de decir, que yo no entiendo mucho la euforia (excepto en casos concretos) de los que celebran las victorias políticas (cuando eso no les supone un cargo de poder y un sueldo abultado).
Por eso me llamó la atención, porque lo celebraban en plan victoria deportiva... Esperemos que de verdad suponga un cambio de políticas y les vaya bien a los franceses... Por si me toca emigrar, más que nada.
ResponderEliminar